jueves, 31 de julio de 2008

NO QUEDAN DUDAS: EL CASO DE LAS DOS COREAS.



Niños en Corea del Sur (derecha)


niño en Corea del Sur (arriba)

Al final de la segunda guerra mundial Corea fue liberada de la dominación japonesa y fue dividida en dos regiones: Corea del Norte, bajo la administración soviética y Corea del Sur, bajo la administración norteamericana. Con la invasión a Corea del Sur hecha por Corea del Norte, con ayuda china, se concretó la dolorosa divisón que hoy existe en un pueblo que desearía estar de nuevo reunido.
La división entre los dos “países” ha resultado ser un ejemplo clásico de sociología política, una manera extraordinaria de contrastar dos sistemas políticos, sociales y económicos, tal y como lo fue también en su momento la existencia de dos Alemanias, una comunista y otra capitalista. Este contraste ha salido a flote recientemente, con mucha fuerza, debido a la advertencia hecha por las Naciones Unidas del riesgo inminente de una gran hambruna en Corea del Norte. Por muchos años ya Corea del Norte ha tenido problemas para alimentar a su población y ha estado recibiendo, discretamente, ayuda exterior en forma de comida. Ahora, sin embargo, el gobierno totalitario de Kim IL Sung ha tenido que quitarse la careta y pedir la ayuda masiva de ayuda de hasta cien países, casi todos capitalistas, para evitar que su gente muera de hambre. Las peores víctimas de este colapso son los niños. Ya es bien conocido, por ejemplo, que una persona promedio en Corea del Norte es 13 centímetros más baja y 7 kilogramos más liviana que una persona promedio en Corea del Sur. Esta diferencia, estadísticamente establecida, es un producto de muchos años de relativa desnutrición en la Corea del Norte comunista y de relativa bonanza económica en Corea del Sur, capitalista.
Aunque el PIB per cápita no es un índice que da la respuesta completa a cuan bien está un país, es impresionante observar la diferencia entre Corea del Norte con un PIB per cápita menor a $2000 y Corea del Sur con un PIB per cápita de casi $30.000, quinceveces superior al de su vecino. El promedio de calorías diarias ingeridas en Corea del Norte anda por 1600 por persona, mientras que en Coreal del Sur es mayor a 3000 por persona. Estas diferencias no son accidentales. En Taiwan el PIB per cápita es de $16300 mientras que en la China comunista es de $2400, aunque allí la diferencia en población juega un papel importante.
En medicina se utiliza mucho el estudio comparativo, a largo plazo, entre dos poblaciones similares con una aflición compartida,, digamos, hipertensión arterial. A un grupo se le da el medicamento A y al otro grupo el medicamento B. Al cabo de cierto tiempo se comparan los resultados de salud y mortalidad entre los dos grupos. Si en el grupo B mueren el doble de los que mueren en el grupo A, ni un loco seleccionaria el medicamento que toma aquel grupo.
Y, sin embargo, hay locos en política quienes si lo hacen, condenando a sus pueblos a una medicina ideológica que causa mortalidad, pobreza, tristeza e ignorancia, resistiendo toda evidencia que recomienda lo contrario. Uno de estos locos sueltos es Hugo Chávez, quien ha arruinado a Venezuela, tratando de meterle a los venezolanos el socialismo del Siglo XXI a los trancazos, como se les mete la comida a los gansos de Estrasburgo, para deformarles el hígado y hacer paté. Este hombre es un loco, en la mejor definición de la locura, hecha por Einstein: “La locura consiste en repetir incesantemente el mismo experimento pretendiendo obtener un resultado diferente”. Ha logrado el triste milagro de hacer desaparecer más de $600.000 millones en diez años, muchos de los cuáles han ido a parar a Cuba, Bolivia, Argentina, Nicaragua y otros países, aumentando de paso la deuda nacional, viendo como aumentan los asesinatos, los niños de la calle y la basura en las calles (ver arriba)
No quieren aprender o, peor aún, son incapaces de aprender.

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