martes, 12 de octubre de 2010

Isaías dice que no encontraron una bandera con nueve estrellas para el desfile en España


                                                   Solo tenían una de siete estrellas, la de verdad.

Las declaraciones del embajador de Chávez en Madrid son de antología:

“Las relaciones entre Venezuela y España nunca han sido mejores”, señaló el embajador para explicar la ausencia de la bandera venezolana en el desfile militar.

Y agregó: “Informamos el día 11 de octubre, con suficiente anticipación, los imponderables por los cuales Venezuela no podía estar presente en el desfile militar conmemorando el Día Nacional de España”.

En primer lugar, eso de las relaciones. Frente a la denuncia hecha por España sobre la protección dada a terroristas etarras por Hugo Chávez y la indignación del país por esa situación, decir que “las relaciones nunca han estado mejores” suena un tantillo exagerado. Después que el mismo embajador, quien ha sido un encubridor de asesinatos y torturas en nuestro país y es, además, muy mál poeta (1), dijera que “el gobierno español probablemente obligó a los etarras a denunciar al gobierno de Venezuela”, mál puede esperar el embajador que las relaciones sean inmejorables. Es que no hay límite a su estupidez?

Luego, eso de los “imponderables”. Que significa esto? Sería que no se encontró ninguna bandera con suficientes estrellas? Probablemente todas tenían siete y Rodríguez exigía nueve. Lo imponderable es lo que no puede ser medido o pesado o no puede ser previsto. Pero Rodríguez afirma que ya él había avisado de los imponderables. Como puede avisarse lo que es imprevisible?

Parece existir una decisión del gobierno de España de exigir el retiro acelerado de este cacaseno. La razón fundamental no es su ineptitud diplomática sino su desastrosa poesía, como podrá verse de seguidas.



(1) Muestra de la poesía de Isaías, publicado por la embajada chavista en España:

Sentir el triunfo de España igual que si fuera el nuestro es un recuerdo maestro y el ojo se nos empaña; [que maravilla]

no es adulación, ni es maña es un sentir muy bonito, es algo que necesito sacarlo de bien adentro [con un vermífugo?]

y convertirlo en el centro de mi expresión con un grito.Comencé aupando a Argentina que tenía por pie un fusil , ligué a Uruguay y a Brasil con mis pasiones más finas; toda América Latina me salió por los costados;

sentí rabia, sentí enfado cuando perdió Paraguay pero después de ese ¡Ay!.[ Ayyyyyay]. me tuvo España a su lado.

Parece que fuera a terminar con algo así:

……. Y el dado en la noche linda me devolvió mis corotos….

No me embromen…se le reventó el pavímetro.

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