martes, 15 de febrero de 2011

Hay que interpelar a Rafaél Ramirez sobre la gabarra hundida, Aban Pearl, y la contratación de dos gabarras adicionales con la empresa PetroSaudí



El hundimiento de la gabarra Aban Pearl en aguas territoriales venezolanas llamó la atención sobre los términos de esa contratación. Se ha sabido que la empresa que hizo el contrato con PDVSA es una empresa fantasma llamada PetroMarine, con sede en Singapore, conectada a su vez con una empresa llamada ISAPECO, registrada en Panamá con un capitalucho de $10.000. Esa empresa fantasma tiene o tuvo su sede en Singapore, al lado de la sede de la embajada de Venezuela en aquél país. Tiene accionistas y relacionados que yo he identificado con nombre y apellido en varios artículos anteriores, entre ellos un contratista de PDVSA llamado Enoch Martínez, cuyo socio registró la empresa PetroMarine en Caracas.

Preguntas:

Por qué se contrató esa gabarra con una intermediaria fantasma constituída dias antes de la firma del contrato de arrendamiento y no con la empresa dueña de la gabarra?

Por cuanto sobreprecio se contrató esa gabarra?

Cuanto costó la movilización de esa gabarra hasta Venezuela?

Quienes son los verdaderos dueños de la empresa fantasma PetroMarine?

Cual es la relación de directores y ex-directores de PDVSA con esa empresa?



De igual manera debe investigarse la modalidad de contratación y los planes de PDVSA en relación con las dos gabarras PetroSaudí Discoverer y PetroSaudí Saturn, las cuales se encuentran hoy en día en aguas territoriales venezolanas, perforando pozos en la zona de Paria. Estos dos equipos fueron adquiridos recientemente, a precios bastante bajos, por una empresa llamada PetroSaudí. Esta empresa no es del estado, como inicialmente trató de hacernos creer el ministro-presidente. Es una empresa privada, de naturaleza más financiera que operacional. Fue fundada en 2005, es decir, tiene una corta trayectoria. Es propiedad de un caballero llamado Tarek Essam Ahmad Obaid y otros inversionistas privados. Obaid parece estar más interesado en autos de carrera que en gabarras de perforación. Esta empresa compró las dos gabarras arriba citadas y de inmediato las contrató con PDVSA, no sabemos en que condiciones financieras y de operación. El ministro-presidente ha dicho que PDVSA formará una empresa mixta con PetroSaudí para operar estas dos gabarras.

Preguntas.

Por cuanto comprará PDVSA su participación en esta nueva empresa?

De donde saldrá el dinero para financiar esta operación? El ministro-presidente habló en una ocasión de unos $2000 millones, cuando las dos gabarras juntas no valen ni siquiera la cuarta parte de esa suma. Como se justificaría ese sobreprecio tan gigantesco?

Por qué se forma una empresa de esta naturaleza con una empresa sin experiencia en este tipo de actividad?

Por qué PDVSA tiene que ser dueña de una empresa de gabarras de perforación ya viejas (ambas tienen más de 25 años de uso), absorbiendo los riesgos de la operación, cuando contratar gabarras es mucho más barato, seguro y eficiente?

La impunidad y falta de transparencia con la cual actúa PDVSA es intolerable.

3 comentarios:

Elmo Tagua dijo...

Gustavo,
Me huele que Luis Marin, Luis Vierma y oros como Aires Barreto estan embarrados en esto. No me extra#aria que hayan otros "colaboraionistas" enriqueciendose.

Anónimo dijo...

PDVSA es un fiasco de punta a punta, por donde se le vea. Los que están adentro y encumbrados tienen su parcelita de poder y un buen bozal de arepa, esos viven genuflexos, mientras el resto se cae a pedazos. La motivación profesional dentro de la empresa, que otrora nos dio orgullo, ahora es una verdadera vergüenza, nada funciona allá adentro. Las voluntades están quebradas, hay puro batequebrao´, no hay entusiasmo de hacerlo bien, no hay amor. Venezuela ahora es un guiso.

Anónimo dijo...

CORONEL SABE MUY BIEN QUE POR LA ABAN PEARL NO SE PAGO NI UN DOLARES............O NO
JG